Los faros iluminan a todos, pero no hay que engañarse, las señales emitidas son para unos cuantos afortunados, otros tienen que conformarse con saber de su brillo, del lejano reflejo de su luz
Iba a decir, precioso poema para finalizar un libro, pero no es este, El Alhaquín finaliza con ese tren que no sabemos si viene o va, aunque pensándolo bien, un poemario no tiene principio ni fin. Besos.
... la ternura puede ser tan ilimitada como el mar
ResponderEliminary el faro iluminar la estela de lo ilimitado.
Besos
Los faros iluminan a todos, pero no hay que engañarse, las señales emitidas son para unos cuantos afortunados, otros tienen que conformarse con saber de su brillo, del lejano reflejo de su luz
ResponderEliminarYo soy la primera imbécil que me ciego, no pretendo con esto enseñar a nadie
ResponderEliminarLa ternura del mar. Quizás el faro sea también guía para las olas, ingenuas en su deriva.
ResponderEliminarLaura
Un faro encendido y el mar invita al amor.
ResponderEliminarBesos.
¡Vaya que sí! Sigue iluminando.
ResponderEliminarBesos
Iba a decir, precioso poema para finalizar un libro, pero no es este, El Alhaquín finaliza con ese tren que no sabemos si viene o va, aunque pensándolo bien, un poemario no tiene principio ni fin.
ResponderEliminarBesos.
Yo tenía idea que era el faro el que estaba desnudo frente al mar ????
ResponderEliminarUn poco tarde veo el faro.
ResponderEliminarMe gusta mirar esa luz.