
Estoy a las en punto y tú no estás.
Agreste la noche viene a lo lejos
imantando de sombras las palabras,
acercando sus labios, su zozobra temblorosa.
Ardo en la estancia vacía,
muero un poco detrás de lo inconstante,
ahora que una grieta es algo más que una herida,
un flujo de silencios en el agua.
El puente por donde siempre te vas
tiene el color púrpura de las despedidas.
Allá, en la otra orilla, eres de nuevo la quimera.
Agreste la noche viene a lo lejos
imantando de sombras las palabras,
acercando sus labios, su zozobra temblorosa.
Ardo en la estancia vacía,
muero un poco detrás de lo inconstante,
ahora que una grieta es algo más que una herida,
un flujo de silencios en el agua.
El puente por donde siempre te vas
tiene el color púrpura de las despedidas.
Allá, en la otra orilla, eres de nuevo la quimera.
F
La historia de mi vida...
ResponderEliminarAbrazos.
A veces pasa, incluso después de años de amor...
ResponderEliminarUn abrazo.
Pasa mucho más de lo que nos imaginamos, desencuentros y encuentros, así es la vida.Un abrazo
ResponderEliminarEsa quimera que nos lleva por mares escondidos. Abrazos.
ResponderEliminarEl poema entero se desangra en una despedida líquida...
ResponderEliminarUn abrazo
MArian
"El puente por donde siempre te vas
ResponderEliminartiene el color púrpura de las despedidas"
Cómo me ha gustado este verso, casi no importa que se vaya si deja una belleza semejante tras su paso.
Besos
Y es que nos debatimos entre las certezas cotidianas y las quimeras.
ResponderEliminarmás besos
Precioso, triste pero precioso.
ResponderEliminarUn abrazo