
Sembrada en los labios
la pequeña muerte secunda las palabras,
¡que dulce es el tiempo prendido a la tormenta!
Acércate, ven…
Tengo mis brazos anudados a tu espera.
Mi pecho tiene el nombre de las olas
y respiro el silencio,
la marea que traes
es el descanso incierto de la vida.
Ven…
Duerme en mí la hora del deleite,
hay un fuego que siempre va conmigo
trae en mi pecho el amor y el deseo.
Tú tienes el dolor de los bosques
y en tus dedos están los números perdidos,
dame el lamento de la lluvia
y la humedad dulce como las uvas
que traes entre los labios.
La música...la foto...tus letras...bueno,anda...voy :)
ResponderEliminarUn beso.
Qué dulce entrega...Un beso
ResponderEliminarimposible resistirse a la pasión de tus letras que hoy despiertan sentidos, seguro ella irá
ResponderEliminarbesos con sabor a olas de mar
qué linda la foto, el mejor momento
ResponderEliminarTierno y dulce amor, nadie podría resistirse a esa llamada.
ResponderEliminarJe t'aime, preciosa canción.
Un beso, Fernando.
Me voy un ratito con Buenafuente.
Me gusta "en tus dedos están los números perdidos"
ResponderEliminarUn abrazo.
Y respiro el silencio...
ResponderEliminarCómo me gusta.
Espero aquí yo también el lamento de la lluvia, desde Málaga.
ResponderEliminarTe leo tan a gusto como siempre mientras la conexión tiembla en el móvil.
Un abrazote.