Quizás la solución sea volver al Leteo. Quizás esconda el secreto de la inmortalidad y no lo sepamos. Te invitaría a una cerveza ahora mismo a cambio de un poema que no haga llorar. Un (b)eso...
Muchas veces lo he leído ya, como todos los otros de tu excelente libro. Siempre me deja éste dos sabores: La doble bondad de ser bueno y breve. Y las ganas de añadir: "y abandonar la mía." Es lo que tienen los poemas mejores que te dejan ganas de más.
Quizás la solución sea volver al Leteo. Quizás esconda el secreto de la inmortalidad y no lo sepamos.
ResponderEliminarTe invitaría a una cerveza ahora mismo a cambio de un poema que no haga llorar.
Un (b)eso...
Que bonito!!!
ResponderEliminarBesos.
:)
Muchas veces lo he leído ya, como todos los otros de tu excelente libro.
ResponderEliminarSiempre me deja éste dos sabores:
La doble bondad de ser bueno y breve.
Y las ganas de añadir: "y abandonar la mía."
Es lo que tienen los poemas mejores que te dejan ganas de más.
Un abrazo.
siempre es bueno que queden regiones no conocidas, espacio que explorar, allí podemos encontrar sorpresas
ResponderEliminarcuando ya conocemos todo....
Qué buena zona para encontrarla ;)
ResponderEliminarMe encantó ese territorio por explorar.
Besos
Para quedarse y no volver. Abrazos.
ResponderEliminarVirgen Santa, que hermoso! Besos.
ResponderEliminarla soledad compartida deja de ser soledad.
ResponderEliminarun abrazo
Nunca nada se conoce del todo, cuando así lo creemos, en otro instante nos damos cuenta que algo nuevo nos dice o algo no era como lo vimos.
ResponderEliminarUn abrazo