Este va a ser una serie del mismo río..espero que los cuatro pequeños poemas que lo componen os gusten...quizá vosotros mismos los esteis haciendo..besicos y abrazos.
Me gusta escuchar el río... olerlo, tocarlo, mirarlo. Es tanta la vida que lleva consigo. Ahora me ha venido a la memoria mis andares con la mochila a mi espalda...
Ahora entiendo la crecida sangrienta del Río II, si es que tengo que leerte del revés y no me acuerdo nunca!!... Pedir al agua que te recorra es una razón enérgica y una emoción capaz para escribir-lo.
A mi los ríos también me suscitan parecidas sensaciones: disolverse, dejarse arrastrar, dejar unos versos en su corriente...
ResponderEliminarUn abrazo.
Como un río, dejarse llevar por su inconsciencia y el murmullo de la corriente...lunes...ay.
ResponderEliminarEsas palabras fluyen, si. Como el hermoso río de la foto donde el agua se deshace.
ResponderEliminarQue bonito conjunto.
Preciosos versos y buenísima fotografía. Ambos me salpican...
ResponderEliminarUn beso, Fernando
Fluir, en la forma que quieran las riberas.
ResponderEliminarTú haces posibles todos los versos.
Un abrazo!
El río de la vida, a mi me encantan, tengo el Pisuerga a mi lado y sus aguas me acompañana. Un abrazo y feliz regreso.
ResponderEliminarEste va a ser una serie del mismo río..espero que los cuatro pequeños poemas que lo componen os gusten...quizá vosotros mismos los esteis haciendo..besicos y abrazos.
ResponderEliminarMe gusta escuchar el río... olerlo, tocarlo, mirarlo.
ResponderEliminarEs tanta la vida que lleva consigo.
Ahora me ha venido a la memoria mis andares con la mochila a mi espalda...
un beso fresco ;)
nunca olvides esos momentos..besos
ResponderEliminarAhora entiendo la crecida sangrienta del Río II, si es que tengo que leerte del revés y no me acuerdo nunca!!...
ResponderEliminarPedir al agua que te recorra es una razón enérgica y una emoción capaz para escribir-lo.
Olimpia
ja,ja...besos
ResponderEliminar