La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
domingo, 17 de abril de 2011
Su boca
Su boca sin carmín tenía el tono rosa gélido del amanecer. Ninguna pregunta: La sutil dureza de su mirada sabía preguntar sin decir nada, por eso cuando sus labios me besaron dieron a esa hora la punzada exacta de la deserción.
Punzante como un desasosiego repentino.
ResponderEliminarEl beso de adios siempre duele. Abrazos.
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