Impoluto, el teatro de palacios inundados
aferra a esta ciudad a mis recuerdos.
Yo he abandonado la juventud
y ella, Venecia, sigue en ese trance
de mirar al mar como a un amante celoso.
No he vuelto a ver los gatos,
aquellos que dormían con la tarde,
en ese trasiego del verano de la luz y la sombra
y ni siquiera el valor de un niño jugando
tiene ese termino que le daban la ciudad a los gatos de infinito.
No soy tan solo una mirada,
pero quizás esta travesía de callejas y puentes,
de canales reposados reflejando en el agua el cielo,
sigan teniendo el pequeño valor
que deja en la distancia este viaje.
aferra a esta ciudad a mis recuerdos.
Yo he abandonado la juventud
y ella, Venecia, sigue en ese trance
de mirar al mar como a un amante celoso.
No he vuelto a ver los gatos,
aquellos que dormían con la tarde,
en ese trasiego del verano de la luz y la sombra
y ni siquiera el valor de un niño jugando
tiene ese termino que le daban la ciudad a los gatos de infinito.
No soy tan solo una mirada,
pero quizás esta travesía de callejas y puentes,
de canales reposados reflejando en el agua el cielo,
sigan teniendo el pequeño valor
que deja en la distancia este viaje.
no eres una mirada
ResponderEliminareres un verbo pulsando
besitos de luz
¿ como no reflejarlo en poesía? Si oda esa ciudad lo es en si misma...
ResponderEliminarDa envidia sana, la verdad... vsitarla.
saludos esencia.
¡Ah, los gatos en Campo Santa Margherita! Y las iglesias, y Carpaccio, y Bellini, y Palladio, y Tintoretto...
ResponderEliminarTanti baci
¡Qué gozada!
ResponderEliminarPoesía y fotografía de altura.
È che Venezia è la più bella!!!
Un abrazo.
Dan ganas de ir a conocerla.
ResponderEliminarUn abrazo
Con gatos y sin gatos, inmenso ese valor que deja en la distancia ese viaje.
ResponderEliminarAbrazos.
Me gustan los canales, los puentes, los gatos y tu poema, espero que Venecia siga a flote antes de abandonar, definitivamente, mi juventud.
ResponderEliminarPreciosa la música.
Un beso.
Tu poema me trae recuerdos, ya lejanos, de cuando estuve la primera vez en Venecia. Mágica ciudad, donde el poema nace de cualquier rincón.
ResponderEliminarYa te digo, bellos recuerdos. Un placer leerte.
Un abrazo.