
Yo jugaba con la noche
y era tu cuerpo un tapiz estremecido al viento.
El alcohol, el humo, la música,
los ases se escondían en mis dedos...
Tréboles, diamantes, picas, corazones,
conocer la baraja y las sendas que en tu piel dejaba el tiempo,
las horas que traerían el amanecer.
F
Juegos que son mucho más que juegos.
ResponderEliminarQuizás porque hagan mayor nuestro conocimiento.
Un abrazo.
Un poema muy intenso. A veces sería bueno que el amanecer se perdiera en el tiempo y no llegara.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un saludo cariñoso.
bela jogada!
ResponderEliminarsorte sempre!
Abraço das conchas.
Un bonito juego de sensaciones.
ResponderEliminarEse amanecer no debería llegar nunca
Saluditos