martes, 27 de octubre de 2009

En el largo invierno





En el largo invierno comimos frutos secos,
construimos una lumbre devorando las palabras,
cada rincón nuestro fue una forja de doloroso hierro
y los susurros como todos los anhelos
tuvieron cintas de viento y de ternura
mientras que escondidos,
arropados el uno en el otro,
el tiempo insaciable buscaba derrotarnos.



4 comentarios:

  1. Parece que no haya refugio contra el tiempo, ni ese calor, ni esa luz, ni lo frutos secos y las palabras. Me ha gustado mucho. Dulcemento desesperanzado.
    Un beso, Fernando.

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  2. No se de estaciones
    yo muerdo palabras
    busco rincones
    acuno susurros
    me crece la ternura
    y me burlo del tiempo.

    Un beso

    Menta

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  3. Palabras que alimentan sin saciar.
    El suplicio de Tántalo.
    La amenaza de derrota del insaciable tiempo.
    Duro invierno ese.

    Un abrazo.

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  4. ¿Sabes? He tenido un fin de semana lleno de susurros intentando recuperar el tiempo perdido. Y, en verdad, me he dado cuenta de que cada rincón de esos dos días ha sido un forja de ternura que, en mi caso, derritió el hierro.

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