la
mañana es simple.
dejas a un lado
el
agobiante peso
de
una semana pasada
inviertes bie
nel dinero
en
un café con churros
y
el tiempo
en
un periódico deportivo
que
sólo necesite el esfuerzo
de
un vistazo, que,
aunque no lo parezca
también cansa,
tanto, o más
que la sangre cuajada
o
la pústula sobre el cutis o
la dermis
de una guerra cualquiera
de
un tercer mundo
a
años
L
U
Z
de Casa Manolo:
desayunos variados.
Gsús Bonilla
mañana es simple.
dejas a un lado
el
agobiante peso
de
una semana pasada
inviertes bie
nel dinero
en
un café con churros
y
el tiempo
en
un periódico deportivo
que
sólo necesite el esfuerzo
de
un vistazo, que,
aunque no lo parezca
también cansa,
tanto, o más
que la sangre cuajada
o
la pústula sobre el cutis o
la dermis
de una guerra cualquiera
de
un tercer mundo
a
años
L
U
Z
de Casa Manolo:
desayunos variados.
Gsús Bonilla
F
mi saludo cariñoso a gsus, cómplice ya de tiempo en los blogs
ResponderEliminarSimple, sí.
ResponderEliminarSe centra uno en Casa Manolo y se da al olvido de tanto horror.
No se puede sobrevivir chapoteando de continuo sobre sangre y más sangre.
Abrazos.
Gsús, Gsús siempre con la realidad y sus costumbres a sus pies. A mí me encanta.
ResponderEliminarBesos.
Muy bueno, esa cotidiana rutina que nos aliena; y entre café y café, una de guerra , por favor...besos
ResponderEliminarTriste ¿no?, Gsús, pero una de realidad en "casa Manolo" o en cualquier otra "Casa",sienta igual cada mañana, por muy variados que sean los desayunos... porque es lo único que varía para variar. Un sincero y crudo poema. Estupendo.
ResponderEliminarBesos
Rompedor. Se calza el contenido los versos y, al final, hay que aplaudir. Tras una breve pausa para la reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo,
Laura
Lástima de esas distancias, malditas guerras, estén donde estén, ya quisieran los que las sufren, disfrutar de un simple café con churros en Casa Manolo.
ResponderEliminarBesos Gsús, y para ti, Fernando.