
Es cierto, que difícil son las despedidas,
me abrigas en el tiempo
y con tus manos abiertas sabes consolarme
como si aparte de ser una ciudad habitada
por las maravillas y la desolación
tuvieras labios de mujer
y deseos húmedos
concentrados en esta lluvia
con que sin saberlo me despides.
me abrigas en el tiempo
y con tus manos abiertas sabes consolarme
como si aparte de ser una ciudad habitada
por las maravillas y la desolación
tuvieras labios de mujer
y deseos húmedos
concentrados en esta lluvia
con que sin saberlo me despides.
Las despedidas con lluvias son más.
ResponderEliminarMás despedidas y más tristes.
Un abrazo.
C'est bon, mon frère...
ResponderEliminarTe pido que vengas a dejar una rosa en mi blog para la madre de Noray..
ResponderEliminarGracias siempre.
Un abrazo.
Despedidas con lluvia, como la de Rick en la estación de tren... Preciosa descripción de Paris... con labios de mujer...¡maravilloso!. Preciosa fotografía, una vez más.
ResponderEliminarFernando que obsesiòn por esta ciudad que habito y yo soñando con Granada.
ResponderEliminarParis para los franceses y sus comidas dejan mucho que desear y su pasteleria tambièn.
Viva Andalucia!!!
Un abrazo
Esos adioses que duelen mucho. Abrazos.
ResponderEliminarNo conozco París,pero como bien le dije a Noel, entre tu y él muero ya por conocerla, la veré, seguro me gustará pero...estoy completamente de acuerdo con Mariangardi ¡¡como Andalucia no hay ná!!
ResponderEliminarBesos
En mi blog tienes varios premios para ti si puedes pasa por ellos, besos!!!
ResponderEliminarCon cada adios, siempre hay un hasta luego, un reencuentro, aunque no sea fisico.
ResponderEliminarMe ha encantado, un abrazoz