París en mayo es fruto de bosques y silencios,
calles mojadas por la lluvia
y un transito de puentes y recuerdos.
Recorremos la ciudad en un delirio húmedo de labios
y sentimos del tiempo la deriva de la música,
el placer de los pequeños cafés en los bulevares,
un sendero de caricias en las manos
que resurgen en los márgenes del Sena.
Puedo esperarte en el amanecer
y resguardarte de nuevo.
Mis brazos serán la eternidad,
ese extremo de la fugacidad que quema,
un pedazo de tiempo donde apenas cambiamos
y nos sostenemos juntos en medio de la urbe
como piedras esculpidas para siempre.
Que usted lo disfrute y luego nos transmita sensaciones que paladear junticos.
ResponderEliminarUn abrazo
Feliz viaje y a disfrutar, que la vida se vive (y se bebe) en cada trago
ResponderEliminarQue lo pases muy bien y traigas el alma esculpida en más poesía. Besitos.
ResponderEliminarQué envidia me dais. Buen viaje y a disfrutar. Un abrazo
ResponderEliminarJ'aime Paris au mois de Mai... Dice una canción...y tu lo vas a poder volver a vivir.. ¡Muy Feliz viaje, Fernando!
ResponderEliminarY en este caso te dejo, un baiser.
Yo fui a París por estas fechas hace 21 años de viaje de novios. Con el devenir de los años volví y escribí este poema que se encuentra recogido en mi libro Transparencias:
ResponderEliminarPARÍS, 1988
Recorrer de nuevo sus calles,
atravesar esas mágicas avenidas
llenas de luz y nostalgias
fue una experiencia deslumbradora.
París olía a primavera,
como entonces,
y el aroma del recuerdo
envolvía el aire.
Le Sacré-Coeur, Nôtre-Dame, Les Halles,
el Sena, con sus riberas repletas
de viejos libros,
y carteles,
todo me hablaba de ti,
haciendo aún más dura tu ausencia;
sólo el imprevisto encuentro con Chagall
y la bohemia atmósfera de Montmartre
regalaron a mis ojos tu ternura.
Alguna vez volveremos, lo sé,
y entonces cumpliremos la promesa
de recorrer lentamente esos jardines,
paladeando el aire cada segundo
y emborracharnos de su belleza.
Feliz viaje y un abrazo.
Siempre te quedará París...
ResponderEliminarUn beso.
Uf, fue mi primer viaje sin padres, con dieciocho años y una amiga, ay.
ResponderEliminarLa de clases particulares que di para pagármelo, y qué semana más increíble... Tu poema me lo ha traído a la memoria. No fui en mayo, pero qué más da, si con 18 todos los meses te vienen igual de bien para irte a París o a donde sea:-)))
Que disfrutes mucho.
Un beso.
Disfruta de todos los senderos que te ofrece París...seguro se te hacen cortitos.
ResponderEliminarUn beso.
Felices días y esperamos esa materia poética que seguro te traes.
ResponderEliminarJe vous embrasse.
Te envidio tanto...
ResponderEliminarLlevo desde Agosto queriendo ver París. Siempre hay ofertas en Vueling.com.
No he ido.
Dale un beso de mi parte
Pasátelo apiolado, pibe, cuidá con las arañas bataclanas que se arriman en alguna librería del boulevard des Italiens y no dejad un boliche de Montmatre sin calabaciar.
ResponderEliminarSaludos a Quasimodo.
Es difícil captar la bohemia de Paris en poesía pero lo has conseguido. Maravillosa y nocturna. Se me ocurre una buena banda sonora para estas palabras tuyas: "La Bohème", Charles Aznavour.
ResponderEliminarMe corroen todas las envidias.
ResponderEliminar*
Tengo ese viaje deseado dentro de mí desde...ni sé.
ResponderEliminarNo sé cuando me llegará el momento.
Me conformaré con verlo desde tus ojos si nos cuentas luego ¿vale?