
Vengo desde el silencio,
un desierto de invierno me precede
y hace sofismas de la lluvia
como si en su toga se escondieran
las cuatro verdades que conozco.
Soy tan simple
que veo en cada gota de rocío
un mundo apresado en su infinito sueño
y ese rumor de campanas
y restos de estrellas
que quedan en mis manos cuando te tocan.
F
Qué bello ese mundo apresado en la gota de rocío, y ese rumor de campanas y esos restos de estrellas...Me quedo un rato en tu poema, para no perderme. Besos
ResponderEliminardesde el silencio a la suavidad eterna que le dan tus manos
ResponderEliminarbesos
¿me lo prestas, verdad?
ResponderEliminarLa asombrosa riqueza y complejidad de una simple gota de agua.
ResponderEliminarBonita
Este tiene un tono especialmente delicado. Y no creo precisamente que al poeta que ve todo un mundo en una gota de rocío se le pueda calificar de simple, a no ser que sea para connotar todo lo contrario.
ResponderEliminarBesos delicados
Esto de simple va a ser poético porque si no será un chiste.
ResponderEliminarBeso
Una bella forma de romper el silencio, con tus palabras, y las de Silvio.
ResponderEliminarGrandiosa simpleza en esa gota de rocío.
Besos.
Esas gotas de rocío que mecen las campanas. Abrazos.
ResponderEliminarY yo.. pequeña gota de agua...
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