una canción de luz enhebrada a la noche.
Si mis manos no fueran tan precisas
navegarían lejos,
tan lejos como las sombras se acabasen,
allí serían un descanso del fuego,
la buhardilla incendiada en el anhelo,
el ángaro donde depositar tus ojos,
un amanal donde renovar el fruto y su silencio.
Publicado en El cronista de la red

Ese faro parece una iglesia flotante, puede que de una religión extraña, un barco que enhebra luces en la noche o un "amanal donde renovar el fruto y su silencio".
ResponderEliminarEs muy bonito.
(Ya sabes de mi amor por los faros:-)
Vengo un ratito a que me alumbre tu faro, en silencio.
ResponderEliminarEste faro y tus versos nos guian...
ResponderEliminarEn la noche...
Un beso, f......
Cuánto dolor, amigo mío. Abrazos.
ResponderEliminar...y las que te quedarán por recitar
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