
Ir a escuchar
Me ahogo en la nitidez del silencio,
esa voz que alienta una caricia.
Quebrada humedad,
soy el reguero de las últimas gotas,
las que dejan unas manos tras un encuentro.
El vértice de una despedida.
Me hundo en el polvo,
de nuevo vuelvo a ser arena
entre los dedos de la tierra,
un poco más del surco de un carro.
Es posible que al ser tan pequeño,
tan poca cosa,
sin saberlo la felicidad esté para mí
en poder ver amanecer cada día.
F
y yo te siento tan grande
ResponderEliminary profundo e impresionante!
♥♥♥besos♥♥♥
¿Pequeño?...como dices ser pequeño...si engrandeces todo a tu paso.
ResponderEliminarbesos
Si tú eres pequeño,
ResponderEliminaryo no existo.
Si el amanecer me grita luego,
le preguntaré qué opina.
Un (b)eso!
Sin duda ese es uno de los mejores momentos del día.
ResponderEliminarNo es poco, amigo, sentirse feliz por ver amanecer. No es poco...
ResponderEliminarGenial
Ummm un bello poema. Mejor leerlo en silencio...
ResponderEliminarUn beso, Fernando.
Lo he repetido mil veces, pero el silencio es precioso. No valoramos mucho ese momento de calma. Un abrazo
ResponderEliminar1)
ResponderEliminarno sos pequeño, sos un inmenso poeta, lleno de sentimiento preciosos que nos regalás día a día.
2)
la felicidad es poder ver el amanecer cada día... si, si
te quiero
Si que las pequeñas cosas de la vida nos hagan felices - como un amanecer - pues seamos pequeños entonces
ResponderEliminarUn abrazo
Asomado a tu ventana los amaneceres tienen sabor de amor
ResponderEliminarUn beso
Bellísimo!!!! Y tu poesía es inmensa y poderosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maya
sí, así cuando soms o nos sentimos pequeñitos nos hace ser muy felices con cada simple y repetido amanecer
ResponderEliminarabrazo
Bello, Fernando.
ResponderEliminarBesos desde mi pequeño espacio.