sábado, 6 de septiembre de 2008

Ebrio





Ebrio en sus pétalos soy un pájaro libando su néctar.


No hay remoto silencio que nos guarde,
un arrullo de voces imprecisas tienta el aire.

Es posible descifrar el jeroglífico que esconde tu cuerpo,
detrás de las palabras puedo con mis manos acechar tus sueños.

Respiramos en lo más hondo.
Tu boca sabe recorrer todos los matices.
No hay vértigo, sólo somos doscientos gramos de deseo
y unos pocos más de ternura.




F

10 comentarios:

  1. En la tele observo lágrimas de cocodrilo.
    La pasión ha dejado las copas junto a la cama.
    Y toda la ternura que te debo.
    Un (b)eso...

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  2. Ya no me quedan palabras para decirte poeta...
    cada una de las tuyas forman un todo imposible de describir, sentimientos que se adueñan de mi corazón...
    besos

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  3. si no ponemos a pesar la ternura y el deseo...sin duda con tu post, hoy, gana el deseo...y no estoy Ebria :)
    besos Fer.

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  4. Sólo?...
    Bueno, algunos. Otros no llegan ni a 50 gramos:)

    Laureles para la ternura.

    Un abrazo

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  5. Cuando nuestro cuerpo se mide en deseo y el alma se llena de ternura,se descifran los jeroglíficos del cuerpo y de los dos nace un poema,todo rima,todo casa,todo encaja.

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  6. Hola, poeta, a mí me gusta como mezclas la ternura con el deseo. Así, mezclado, pero sin agitar.

    Voy a seguir leyendo por ahí, antes de que otro de tus blogs decida navegar sin rumbo y sin dueño, y yo que no tengo sentido de la orientación y me desoriento en un ascensor me lo pierda.

    Un abrazo, Fernando. Qué buena música suena.

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  7. Sugerentes esos 200 gramos de deseo sujetando su fuerza mientras otras voces tientan el aire.
    Sugerente, si.

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  8. No hay nada más bello que respirar en lo más hondo del otro

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  9. No hay silencio que acalle la ebriedad cuando somos gramos de deseo y ternura.
    No hay jeroglífico que no se pueda descifrar cuando las voces imprecisas se despliegan en el aire.
    Pero ¿de verdad que no hay vértigo?

    Besos amigo.

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  10. Con palabras que se funden en actos, en caricias, en un presente asido a las venas.
    Deseo y ternura, què bello, Fer.
    Un besazo

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