martes, 30 de septiembre de 2008

Desármame





Desármame,
sé el viento
que me desnuda.
Acalla mi voz
con tus dedos sabios.

Llego de un desierto
de arenas rojas
y tú eres la orilla
de una mirada húmeda,
el afán de la lluvia,
el vuelo de los mirlos,
la luz que ilumina tantos silencios.



F

13 comentarios:

  1. Llegó el Otoño que todo lo moja, espero que su humedad calme tu sed.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. oh la luz de los silencios

    que les hace más largos

    largos e intensos!

    ♥♥♥besos♥♥♥

    ResponderEliminar
  3. Que piropo mas bonito, ser el afan de la lluvia en el desierto .
    Veo que has vuelto del sur iluminado .
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Tan amoroso petitorio...tan lleno de dulces matices, sin duda una invitaciòn a aceptar.
    Bellìsimo, Fer.
    Besos!

    ResponderEliminar
  5. Esa luz melodiosa que me habla aunque esté callada, que me acompaña aunque a mi lado no vaya...
    Mi agua y mi sed, mi arena y mi orilla, si así eres tú para mí, que hago yo sino pensar en ti.

    besos, me encantó

    ResponderEliminar
  6. Dios Mio Fernan
    ¡¡Que petición!!

    Desármame
    Yo te lo pido
    aqui enclaustrada
    en éste laberinto

    Desármame
    la sien entera
    para entregarme
    a ti
    como tu quieras...

    Ejeee...

    quedé inspiradita con el ´´desármame´´,
    ahora que me amarren ¡¡jajaj!!

    Besos ♥

    M.

    Nota: nada personal Fernan no te asustes, es que me inspiro ...
    y asi salen los versos.

    ResponderEliminar
  7. Que bonito Fernando..Me encantó..La orilla de una mirada húmeda..
    Besos grandes.

    ResponderEliminar
  8. Será un desierto sin sed, querido Fer, porque tus palabras me llenan toda...

    Monique.

    ResponderEliminar
  9. Desármame con tus palabras y deja que mi corazón pose sobre ti la luz de mi alma

    un beso

    ResponderEliminar
  10. Debe de ser fantástico alcanzar la orilla tras la travesía por el desierto....

    ResponderEliminar
  11. Nada de fuera nos desarma cuando ya lo estamos pidiendo.
    Nada hay que desarmar cuando andamos con desnudez de corazón, pero es hermoso darse cuenta de esa desnudez, de esa sequedad del desierto, de esa ausencia de viento y saber de esa humedad que nos mira, de ese vuelo que se acerca y sobretodo de esa luz que puede alumbrarnos.

    Siempre descubriendo, siempre indagando nuevas formas de expresar lo inexpresable.

    Besos mi amigo.

    ResponderEliminar