sábado, 14 de junio de 2008

La memoria




Resurge el tiempo de sus avatares como un ladino vecino que en mitad de la noche te llama por tu nombre a través de una pared y tú, atónito, no sabes si sueñas o es simplemente una pesadilla real. Así acaban o empiezan cantidad de cosas de la vida porque la memoria es incontestable y su dolor o su gozo no deja de manar como una fuente extraña en mitad de cualquier desierto de silencio. Tú como yo, intentas cambiar el estado en que habitas cuando la memoria sabe de ti demasiadas cosas que quizás ya no te conviene, por eso olvidar sería una buena medicina si la vendieran en grageas de sabor a menta, pero he de decir que no, sólo el olvido te trata con su galope negro cuando ya es enfermedad, lo cual me parece más doloroso, así que no puedo nunca de dejar de ser mi memoria…por más que alguna vez quisiera que ella fuera sangre y abrirme un rato las venas para olvidar.




F

15 comentarios:

  1. memoria es manantial para los peores desiertos...

    habrá tiempo de olvidar, cuando el olvido sea irremediable

    mientras tanto, seamos siempre nuestra memoria


    excelentes palabras, amigo

    un abrazo

    ResponderEliminar
  2. La memoria es selectiva a veces, yo creo que lo peor lo archiva mal y si puede lo destruye.

    Pero tiene tanto trabajo que no da abasto.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. La memoria es parte de nosotros y ahí permanece siempre acompañándonos, sombreándonos... quizás sólo podemos apartarla esporádicamente con presentes bien vividos. Como bien dices “olvidar sería una buena medicina” pero también dices con certeza que no inventaron la medicina, así pues, no nos queda otro remedio que buscar una cierta cordialidad entre ella y nosotros.

    Buenos presentes para este fin de semana.

    ResponderEliminar
  4. Un arma de doble filo, si señor.
    Nadie sabe manejarla y cuando es ella la que toma las riendas...date por vencido.
    Suerte en ese duelo.

    ResponderEliminar
  5. Es conmovedora y bestial esta reflexión sobre la memoria. Yo creo que ella es la culpable de tantas cosas... Ella y no el otro o la otra... Es la que nos impide, muchas veces, o siempre, empezar de nuevo, como un recién nacido. Cuando parece que un aire nuevo te pone en buen camino, llega ella con su látigo y parece que te diga: "a mí no me engañas, yo sé quién eres". Y una se retira con la cabeza baja y todos los recuerdos atados a los pies.
    Hala! menudo rollo. Pero lo siento así.
    Besos

    ResponderEliminar
  6. Aprender la lección que ella guarda, la memoria.

    Un beso ♥

    M.

    ResponderEliminar
  7. Aveces la memoria es selectiva y muchas otras es engañosa. Besos.

    ResponderEliminar
  8. gracias a la memoria que me ha traido pasajes de mi infancia que son experiencias que formaron la gran base de mi hoy...

    ResponderEliminar
  9. Magnífico Fernando, como siempre...
    Sería fantástico disponer de grageas para olvidar lo malo y otras sabor fresa salvaje para recordar buenos momentos vividos y que el tiempo va borrando con asombrosa rapidez...

    Besicos f. muchos!

    ResponderEliminar
  10. La memoria nos juega malas pasadas...
    Besos poeta

    ResponderEliminar
  11. Venden valerianas y prozac.
    El olvido sólo se manifiesta cuando no te acuerdas de él.
    Menos mal que nos vamos a la Expo de Zaragoza. Improvisando, que es gerundio.
    (No te olvides de olvidarlo=
    Un (b)eso!

    ResponderEliminar
  12. a veces la memoria reprime los recuerdos y sólo deja que no olvidemos aquello que nos dejo un buen sabor de boda.. construimos la nostalgia y es dama poderosa de la que cuesta desprenderse...un abrazo

    ResponderEliminar
  13. cierto, deberíamos tener la capacidad de poder borrar archivos que no sirven porque lastiman o porque ocupan mucho espacio. Pero a lo mejor corremos el riesgo de quedarnos sin recuerdos.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Todo en la vida es un proceso, tómalo con calma y armonía interior.

    Te abrazo con calidez, pero con sensibilidad aún, por la reciente partida de mi padre de estas coordenadas terrenales.

    ResponderEliminar
  15. Olvidos y recuerdos como pastillas medicinales.
    Ojalá, amigo, ojalá.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar