domingo, 8 de junio de 2008

Húndete en mí






Húndete en mí, soy un lago.
Desnudo de las nubes mis voces callan.
Vendrás despacio siguiendo tu sendero
y habrá hilos de plata para tentarte.
No es de agua de la que se alimenta mi alma,
ni he de darte la sal
que cubra cada espacio templado de tu cuerpo.
Tibia y recelosa entrarás dentro,
quizás te pares y sientas los dedos de mi mano
entre tus labios húmedos,
quizás se abra el deseo poco a poco
y tengas miedo de ahogarte entre mis brazos…
quizás sólo sea el temblor del primer día.




F

12 comentarios:

  1. Que hermoso..El primer día nunca se olvida..
    BESOS.

    ResponderEliminar
  2. no tendre miedo, de ahogarme en tan tiernos brazos, no tendre miedo de dejarte entrar en mi...

    un besote hundido en tus labios!

    ResponderEliminar
  3. Hundirse en tu cuerpo..como pluma en el mar..
    Precioso poema
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Quizá el miedo, la duda, nos hayan robado tantas cosas...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Ya me gustaría que nos hundiéramos mutuamente...

    Besos borrascosos

    ResponderEliminar
  6. Delicado y sugerente, para leer despacio y callar las voces, coronar al silencio mientras se lee.

    Un saludico!

    ResponderEliminar
  7. Un poema con un deseo, sin duda, profundo y tentador, Fernando.

    Besos

    ResponderEliminar
  8. Un mar en calma, anega en este poema, un vaivén de sensaciones
    se apaciguan en tu voz.

    Un beso

    ResponderEliminar
  9. Hilos de plata para quizás...hermoso.

    Un abrazo
    Alba

    ResponderEliminar
  10. El lago, aguas quietas y tranquilas, belleza que calla, regala rincones, acompaña con rumor de brisa sin necesidad de palabras ni de oropel.
    El lago, agua dulce, clara y cristalina acoge mansamente el cuerpo que se baña, la barca que le cruza o los ojos que descansan en él.
    No hay miedo, no hay temor, sólo la paz de su acogida y el verdor en sus orillas.
    Idílica composición que abre el sentir y la imaginación.

    Besos.

    ResponderEliminar
  11. qué maravilloso ese primer temblor...

    tu primer verso anuncia ya los hilos de plata que se suceden hasta el final

    un abrazo

    ResponderEliminar
  12. Al pensar que alguien me declame este poema, me da deseos de darme un chapuzón. Hermoso.

    ResponderEliminar