jueves, 2 de agosto de 2007

Nada de lo que nos dijimos

Nada de lo que nos dijimos tiene ningún valor,
ni siquiera las dulces palabras
con que tus labios saboreaban mi piel.
Las noches se abren
en el abanico de los deseos
y tú y yo
estábamos en el sitio adecuado
para mentirnos.

7 comentarios:

  1. Qué bonito este poema, Fernando.

    El abanico me gusta.

    Muak. Creo que mi padre se va hoy...

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  2. Me encanta la solución del poema. Real como la vida misma.
    Abrazos

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  3. Una noche loca, un vivir el momento... son paréntesis dentro de la vida cotidiana de cada cual.

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  4. tu pobre padre parece el ogro del cuento...besos Ana...a mi no me has mandado poemas...



    ;);)..que traidora eres Carlota..las mentiras si son compartidas no hay engaño..besos




    Manly, bienvenida..parece ser la canción ..Vive la vida loca..bueno...besos



    Lucia..la pregunta será satisfecha...en este caso las mentiras van y vienen de la piel del un@ hacía el otr@..las dos pieles armoniosamente se han mentido..lugar?..una habitación y una noche...besos

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  5. Hola, esta es la segunda vez que entro a tu blog. En especial quiero destacar que me gusta la forma que usas para expresarte. Capaz que es porque es parecida a la mía... es decir, a mis monólogos.
    Desde Uruguay, Felicitaciones.

    Si querés, date una vuelta por mi blog: www.fernandobernini.blogspot.com

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