Busco entre las alamedas la sombra que te guarda,
el pequeño rincón donde reposas,
ahora, en la media tarde del estío,
mientras miras en tu silencio de bosque
el largo manto del río y piensas, seguro,
en lanzar a sus entrañas tantas piedras
como deseos ocultos has perdido.
Al final no te encuentro, pero sé que no estás lejos,
el río lleva en su desnudo eco
las ondas tristes de tu desilusión.
Hay veces que se busca…cuando las cosas están mas cerca de lo uno se cree. Besos.
ResponderEliminarMe quedo con: "al final no te encuentro, pero sé que no estás lejos"
ResponderEliminarUn beso grande
De todas maneras Zoe todos deberiamos buscar nuestro río...besos
ResponderEliminarSí querida Libertad pero lo que decia antes: un buen lago o un buen río donde tirar los desengaños?..besos
Triste está hoy la cosa...
ResponderEliminarPero no Paula...en verdad que es encontrar un metodo que sirva para abandonar las deserciones, los deseos que se escapan...un beso.
ResponderEliminarHola, fernando!! muy acertada esa pequeña semblanza q has hecho de carmen ruiz en el comentario de hoy. y david gonzález me convenció. q fuerza escénica, jaja!!
ResponderEliminarmuak
Dan deseos de encontrar ese río para hundir esos sentimientos tristes.
ResponderEliminarBonito poema
gracias por compartirlo
Bueno Ana...ya hablaremos sobre el camino de los ingleses..besos
ResponderEliminarSeguro B.L. que tienes cerca un río donde poder desprenderte de tus tristezas..besos
Automotivación intrínseca?
ResponderEliminarOlimpia.
Puede ser..
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