Veo en la noche un relámpago,
el estallido de un látigo
que me arrastra hasta Venecia,
y tú estás allí,
cuando la ciudad del mar
sólo era lluvia,
inmensa y torrencial.
Era un verano eterno
estar contigo, entregado
al húmedo destino de querernos.
Desnudos en aquel viejo ático de hotel,
tú me secabas ensimismada el pelo
mientras a través de la ventana
la noche se hacía cómplice
y nos dejábamos llevar
por la suave pendiente del deseo.
A mí a Venecia me arrastra más la lluvia inmensa y torrencial que el relámpago.
ResponderEliminarPero el final de caída por la pendiente del deseo viene a ser igual.
Bellos recuerdos.
Un abrazo.
Húemdo relámpago...espeso (como adjetivo que no como calificativo)el deseo.
ResponderEliminarYbris, de todas maneras Venecia es un sitio increible para sentir con o sin lluvia..un abrazo.
ResponderEliminarMucha agua! es lo que hubo seguro...;);)..besos M.M.
Me ha gustado ese relámpago estallando como un látigo...
ResponderEliminar¡Ay, envidia de amor veneciano!
Hay veces que un relámpago te lleva más lejos de lo que habias pensado pensado. Besos
ResponderEliminar;);)..Inma, es todo el momento..recuerda y seguro que tendrás cosas así en tu vida..besos
ResponderEliminarZoe , no sé a veces rememoras instantes por cosas insospechadas..besos
Siempre he pensando que menos mal que Sthendal, después de Florencia ya no tuvo ganas de seguir descubriendo porque pobre de él si después de detenerse ante el Caravaggio, hubiera parado la mirada sobre ese agua que sostiene el primer apellido de la belleza. Eso es para mí la ciudad que amamanta al bello Lido.
ResponderEliminarSiempre la belleza, Fernando.
Un abrazo.
Sonia.
Me has llevado hasta Venecia.
ResponderEliminarMe has traído hasta Venecia.
Aquí me quedo.
Con tu permiso.
Sonia, aún después del poema te he de decir que Florencia guarda un bello homenaje en mi corazón...besos
ResponderEliminar;);)..Luna quedate todo el tiempo que quieras..besos.
me ha gustado tanto tu poema....
ResponderEliminarGracias mi despertar...un beso
ResponderEliminar"Yo no quiero calor de invernadero; yo no quiero besar tu cicatriz; yo no quiero París con aguacero ni Venecia sin ti"
ResponderEliminarJ.Sabina
Supongo que el recuerdo apacigua el entonces.....por que no creo en la suavidad del deseo en mitad de un torrente...controlado? ubicado donde fuere.
ResponderEliminarOlimpia.
;);)..Sabina debe haber sentido otras emociones por Venecia...un abrazo telepáteticas?.
ResponderEliminar;);)..como eres Olimpia, es un recuerdo romantico de Venecia!...no todo va a ser el juego celeste de la carne..besos
Asociar lugares, momentos, evocarlos y volver ahí...tiene su magia!
ResponderEliminarLa verdad que si...y los recuerdos dan a la memoria la categoria de tu vida..besos Bohemia
ResponderEliminarQuien me iba a decir, que hoy haría una visita relámpago a Venecia…
ResponderEliminarindo momento…
un abrazo gondolero...
De Venecia guardo bellos recuerdos de 2 viajes... pero mira, ahí por lo menos no me dejé el corazón ;)
ResponderEliminarUn beso.
hola! Veo que tu enorme capacidad para escribir a diario no ha cambiado. Ando últimamente con mucho lío, pero poco a poco me iré poniendo al día con tus poemas. Te leo.
ResponderEliminarBesos!
Ynarud, Venecia siempre te espera con su mirada llena de nostalgia y su color dorado..besos.
ResponderEliminarBueno querida Sorrow...siempre estás a tiempo...besicos.
Libertad sigo todos los días por aquí..un beso, ven cuando quieras..
ya, ya, ya....;)
ResponderEliminarOlimpia.
Sigues siendo muy carnal!
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